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La experiencia inicial: el miedo al propio brillo

Desde joven, al experimentar momentos de lucidez, creatividad o logros sobresalientes, surgía un temor: “¿de verdad esto ha salido de mí?”. Esa sorpresa se transformaba en miedo, y ese miedo en sabotaje. Inconscientemente, aparecía la necesidad de “volver al yo mediocre”, al yo conocido. Este acto de autoboicot era un intento de evitar la responsabilidad, el juicio ajeno, o incluso el aislamiento que a veces conlleva destacar.

Antes, cada vez que lograba algo que realmente destacaba, algo que sinceramente creía que estaba más allá de mis capacidades, una punzada de miedo 😨 me recorría. Era un miedo extraño, casi paralizante, y la reacción inmediata era empezar a hacerlo mal a propósito. Como si una parte oscura de mí necesitara sabotear 💥 ese éxito, devolverme a la mediocridad 😔 que me resultaba familiar y, quizás, más segura.

Pero últimamente he estado explorando ese miedo con una curiosidad renovada, tratando de desentrañar sus raíces. Y en ese proceso, las enseñanzas del Bhagavad-Gita 📖 han emergido como una luz guía ✨, ofreciéndome una perspectiva completamente nueva. Ahora entiendo que si llego a destacar en algo, la causa no reside enteramente en mí. Soy simplemente un puente 🌉, un canal a través del cual fluye algo más grande.

Pienso en el poder de los devas 🌟, esas entidades benévolas que, por alguna razón, se compadecen de mí o me permiten alcanzar un nivel de análisis o una comprensión profunda que por mis propios medios sería inalcanzable. Es como si me otorgaran una bendición 🙏, el don de discernir asuntos complejos. En el momento en que me atribuyo la causa de ese logro, me desconecto 🔌 de esa energía divina, y lo que inevitablemente sigue son errores, tropiezos.

El error de la autoría

La tendencia humana a identificarse completamente con sus logros y habilidades es una trampa del ego 🕸️. Creemos ser la fuente última de nuestras capacidades, olvidando que somos seres inherentemente limitados. Esta creencia inflada nos aísla 🚫 de las fuerzas mayores que pueden actuar a través de nosotros.

Con el tiempo, al meditar y profundizar espiritualmente, se reveló un principio clave: el error estaba en asumir que esos logros eran míos, que su causa estaba en mi ego o individualidad. Esa identificación con el “yo soy el hacedor” es precisamente lo que Krishna condena como ignorancia en el Bhagavad-Gītā.

“El sabio no cree que él mismo sea el hacedor de las acciones, sabiendo que éstas son realizadas por las modalidades de la naturaleza.”
Bhagavad-Gītā 3.27

Cuando nos apropiamos de esos dones, cuando nuestro ego se infla y creemos que el mérito es exclusivamente nuestro, cortamos la conexión ✂️ con esa fuente de poder. Es como si la flauta se creyera la fuente de la melodía y se negara a recibir el aliento del músico. Inevitablemente, la música cesa o se desafina 🎶➡️🔇.

La nueva comprensión: ser un canal de lo divino

El Bhagavad-Gita habla de los devas, pero este concepto puede extenderse a cualquier fuerza trascendente ✨ en la que uno crea: la providencia, el universo 🌌, la inteligencia cósmica. Estas fuerzas pueden otorgar dones y habilidades 🎁 que trascienden nuestras capacidades individuales.

Ahora la visión es distinta: uno no es la fuente, sino el canal. Cuando surgen momentos de genialidad, profundidad o poder predictivo, no es porque uno sea “excepcional”, sino porque alguna energía superior —un deva, un shakti, o incluso Krishna mismo— ha decidido manifestarse a través de uno, temporalmente.

En lugar de vernos como la fuente, debemos concebirnos como canales o instrumentos 🎺. Tal como una flauta no produce música por sí misma, sino que requiere el aliento del flautista, nuestras capacidades se manifiestan a través de una conexión 🔗 con una fuente superior.

Esta comprensión genera tres consecuencias importantes:

  • Humildad verdadera, no fingida: porque lo que se manifiesta no es “mío”.
  • Gratitud constante: por haber sido elegido como instrumento.
  • Vigilancia espiritual: porque si se rompe la sintonía con los devas (por orgullo, negligencia o ego), la bendición se retira.

El ejemplo de Arjuna: el guerrero sin Krishna

La imagen de Arjuna 🏹 durante la gran batalla resuena profundamente en mí. Era un guerrero excepcional, su destreza en el campo de batalla era innegable. Pero cuando Krishna 🕉️ dejó la Tierra, Arjuna, ese mismo guerrero formidable, fue derrotado de una manera vergonzosa. ¿Qué había cambiado? La respuesta me golpea con claridad: Arjuna era un puente, un camino a través del cual Krishna llevaba a cabo su misión de destruir a los demonios kshatriyas. Sin esa conexión directa 🔗, su poder disminuyó drásticamente.

La analogía de Arjuna es crucial. Su destreza en la batalla no era solo producto de su habilidad individual, sino de su conexión con Krishna 🙏. Cuando esa conexión se debilitó, su poder disminuyó. Esto ilustra cómo nuestra capacidad para destacar puede depender de una alineación 💫 con una fuerza mayor.

La actitud correcta: canal sin ego, instrumento sin vanidad

Por tanto, el ideal de vida es:
“Yo soy solo un puente entre la inteligencia divina y este mundo. Si hoy fluye a través de mí sabiduría, belleza o capacidad, es por gracia, no por propiedad.”

Esta actitud produce paz, continuidad en la inspiración, y evita los altibajos emocionales del ego. Si la inspiración no llega hoy, no hay frustración; si llega mañana, no hay orgullo.

Vivir como un sirviente del dharma

  • Acepto que soy nimitta-mātra, un instrumento.
  • Me consagro a no ofender las energías que me bendicen.
  • No me apego al éxito ni al fracaso.
  • Cuando algo sale bien, no me atribuyo la gloria; cuando sale mal, examino si me desconecté de lo divino.
  • Y, por sobre todo, me recuerdo a mí mismo que no vine a este mundo a brillar para mí, sino a dejar que lo eterno brille a través de mí.

Mi objetivo ahora es vivir conscientemente como un puente 🚶‍♂️, un conducto abierto a esas energías superiores. Esto implica cultivar la humildad, la gratitud y una constante conciencia de que mis capacidades son, en última instancia, un regalo 💝.

Al internalizar esta filosofía, espero liberarme del ciclo de auto-sabotaje 🔄 que antes me paralizaba. Ya no temeré mis propios logros, sino que los recibiré con gratitud 😊, reconociendo que son manifestaciones de algo más grande que yo. Al mantener mi ego bajo control y permanecer conectado 🔗 con esa fuente trascendente, aspiro a un camino de crecimiento continuo 🌱, libre de las limitaciones autoimpuestas por la ilusión de la auto-suficiencia. Que esta comprensión me guíe siempre 🙏.

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